Basada en archivos policiales sin resolver y ambientada en el Madrid de los 90 cuenta la historia de Verónica. Una adolescente que tras realizar la Ouija, siente que presencias extrañas la persiguen.
Y... qué tal?!
Ha tardado cinco años en volver a dirigir un largometraje. Desde aquella [REC]3: Génesis, en la que le daba un giro a la saga hacia la comedia, Paco Plaza no había vuelto a lanzar una película en cines. Puede que le haya costado un poco encontrar proyecto, pero ha merecido la pena porque hacía tiempo que no veíamos una película de terror tan real.
Con la desconocida Sandra Escacenada dándolo todo en el papel principal y una ambientación cuidadísima Verónica, no da tregua. No es que sea una película original, ni lo pretende, pero es una historia tan bien contada, y con un ritmo tan perfecto que hace que te interese todo lo que le pasa a la protagonista. Que sufras con ella y que en determinados (muchos) momentos, que se te pongan los pelos de punta. Pero, volviendo a la ambientación y dejando a un lado la parte sobrenatural; es una de esas cintas que nosotros llamamos de "andar por casa" en el buen sentido. En el sentido de que es palpable, cotidiana. Que cada uno de los personajes y las situaciones son reales y las hemos visto o incluso vivido. Que el vestuario parece sacado de un armario que lleva cerrado 25 años y las localizaciones dónde se desarrolla, tanto interiores, como exteriores, podrían ser la casa de nuestros padres, nuestros barrios o sitios familiares por los que hemos paseado. Gracias por el viaje al pasado y por meternos el miedo en el cuerpo de nuevo Paco. 7,5/10.
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