Estar rodeada de tiburones es peor si estas... A 47 metros:
Kate y Lisa están de vacaciones en México. Cuando surge la oportunidad de sumergirse en una jaula para ver tiburones blancos, ambas se preparan para encontrarse cara a cara con el depredador más feroz de la naturaleza. Pero entonces la jaula se suelta del barco y quedan atrapadas a 47 metros de profundidad.
Y... qué tal?!
El verano pasado le tocó el turno a Infierno azul y este a A 47 metros. Los tiburones gustan e inquietan a partes iguales. Excepto en Sharknado que dan entre pena y risa.
A 47 metros, tiene un enfoque distinto al resto de películas con escualos. Y es que, aunque tienen importancia y te pasas gran parte de la película esperando su aparición, la cinta se preocupa más de angustiarte con la situación de las dos protagonistas: la presión, la profundidad, el oxigeno, la oscuridad. Hay otros factores que maneja de manera perfecta para conseguir transmitir al espectador esa sensación de agobio constante y hacerle respirar hondo en algunos momentos. Esa sensación que pudimos vivir en películas como La cueva o The descent pero, además, con tiburones y sin poder respirar por tus propios medios.
En general es una película que utiliza muy bien sus recursos, incluyendo las interpretaciones, y que hace que te interese todo lo que pasa. Dadle una vuelta, os enganchará y os sorprenderá. 6/10
Trailer:
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