Caos... The Cloverfield paradox:
La Shepard es una estación espacial que pretende solucionar la escasez energética en la tierra antes de que se produzca una guerra mundial.
Y... qué tal?!
La tercera entrega del “universo Cloverfield”, que ha creado J.J. Abrams (Misión Imposible III), vuelve a darse a conocer con un golpe de efecto. A diferencia del secretismo que tuvo Calle Cloverfield 10, la cual nadie sabía que existía hasta prácticamente el día del estreno, todo el mundo sabía que Cloverfield Paradox ya estaba preparada y a la espera de fecha de estreno. La sorpresa saltó durante la pasada final de la Super Bowl estadounidense. Netflix, que había comprado los derechos de la cinta, liberó un anuncio de la misma y avisó de que al final del partido, estaría disponible en su plataforma.
Una vez superada la sorpresa inicial, cuando ya te metes con la película, ves que una vez más es una cinta que se puede ver de forma independiente de las otras dos, y cuyo principal objetivo es ser la pieza que las una. El caos indescriptible e inexplicable, lo provoca un acelerador de partículas, que se ha lanzado al espacio para solucionar la escasez de energía que sufre la tierra. Que todo se ponga patas arriba, no parece afectar al reparto como cabría esperar, de hecho no les afecta lo más mínimo. Esto hace que al espectador tampoco le llegue ese desasosiego y que no te creas muchas de las situaciones que te plantea. No consigue que empatices con los personaje ni sufrir con ellos. Aun dejándose ver, para mi gusto es la más floja de las tres. Tienes que hacerle demasiadas concesiones para creerte lo que va pasando. Este es un juego, el de todo vale, al que ya ha jugado Abrams en las series de Perdidos y Fringe. Un producto flojo con un gran marketing. 5/10
Trailer:
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