Fue criado por los lobos... Mowgli: La leyenda de la selva:
Mowgli, un niño humano criado por lobos, tendrá que hacer frente al tigre Shere Khan, mientras descubre su lugar en la selva.
Y... qué tal?!
El pasado viernes siete de diciembre se estrenó en Netflix la segunda película que ha dirigido Andy Serkis, el eterno Gollum de El señor de los anillos, en la que también da vida a Baloo.
Olvidaros de canciones y olvidaros del cuento que conocéis. Con los mismos personajes, y alguno nuevo, Serkis nos presenta una historia completamente diferente. También se aleja mucho en el diseño de los personajes. Cosa que la beneficia. Es mucho más cruel, más oscura y tiene como hilo principal una marcadísima búsqueda de identidad de Mowgli. Ese ansia por encajar, ese sentimiento de pieza de un puzzle que no tiene huecos que llenar, le hace sufrir tanto que le lleva a hacerse su propio hueco.
Las comparaciones con la película de animación real que Disney hizo hace un par de años son tan lógicas como, salvando los aspectos técnicos, vanas. Eso sí, en lo referente a la animación, a todo lo relacionado con los efectos especiales, se ve que hay diferencia. Esta tiene más escenas de noche y aprovecha la oscuridad, además de para definir el tono de la cinta, para suavizar muchas escenas y darle ventaja al CGI. Aunque, curiosamente, la escena final, una de las más espectaculares, es a plena luz del día… Es otra película. Es otra historia. Vedla por vosotros mismos y, una vez más, mejor en versión original. 7/10
Trailer:
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