Cuando Jesper, el nuevo cartero de Smeerensburg, se hace amigo de un viejo juguetero, el pueblo se pone patas arriba y las tradiciones navideñas florecen.
Y... qué tal?!
Todos los años hay películas de todos los géneros, unas mejores, otras más flojas. Y de vez en cuando, por unas razones u otras, surge alguna que "revoluciona" el género y se queda en el imaginario colectivo. Considerando las películas navideñas como un género en sí mismas; para mí, Klaus, es una de estas últimas.
Sergio Pablos, guionista y director de la película, además de tener el valor de volver a retomar la animación tradicional, en un momento en el que lo que no sea digital es obsoleto, y por definición, peor, ha demostrado que el encanto de esa animación sigue estando presente. Y que puede estar a la misma altura o por encima, de la animación por ordenador. Pero, además de la calidad y de la preciosa fotografía, lo mejor es la historia y la forma de contarla. Es, evidentemente, una historia para toda la familia, pero eso no implica que tenga que ser infantiloide. Teniendo incluso alguna escena que podría ser de una película de terror.
Es maravilloso como va introduciendo elementos navideños, a la vez que va haciendo avanzar la historia y a los personajes. Y todo de manera inteligente, sin caer en la ñoñería y respetando el "mal" que habita en los habitantes del pueblo y su ácido humor negro. 8/10
Trailer:
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