El primer amor siempre marca. Y la droga también... First Love:
Leo es un joven boxeador que atraviesa una mala racha. Una noche se encuentra son su primer amor, Mónica, una joven e inocente prostituta adicta a la coca. Aunque Leo no lo sabe, la chica se encuentra inmersa en una compleja trama relacionada con el tráfico de droga que la convierte en el objetivo de varias personas: un yakuza, un policía corrupto y una asesina enviada por la triadas chinas.
Y... qué tal?!
El loco de Takashi Miike (13 asesinos) ha vuelto a hacerlo. La última película del japones tiene unos primeros 20 minutos algo pausados. Demasiado pausados con escenas de presentación de personajes muy estáticas. Pero, una vez que salta la chispa. Cuando se suelta el primer puñetazo, fuera del ring me refiero, todo cambia.
La película pasa a ser una montaña rusa. Con un ritmo endiablado y acción a raudales, Miike no escatima en sangre y violencia. Trata personajes y situaciones como si fueran de dibujos animados para conseguir que, además de salvaje, sea divertida. Lejos de los gangsters endiosados de Scorssesse o de los de segunda de Ritchie y más cercano a los de Tarantino, Miike consigue su propia personalidad y su tono para darnos una película genial, que culmina por todo lo alto con la loca escena de la persecución de coches final. 7/10.
Trailer:
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