with suspicious minds... Elvis:
De qué va?!
La película explora la vida y la música de Elvis Presley a través del prisma de su relación con Tom Parker, su enigmático manager. La historia profundiza en la compleja dinámica que existía entre Presley y Parker, durante 20 años, y con Priscilla Presley, una de las personas más importantes en su vida.
La película explora la vida y la música de Elvis Presley a través del prisma de su relación con Tom Parker, su enigmático manager. La historia profundiza en la compleja dinámica que existía entre Presley y Parker, durante 20 años, y con Priscilla Presley, una de las personas más importantes en su vida.
Y... qué tal?!
Los personajes emblemáticos de la historia, ya sea por sus controvertidas vidas, por el impacto de su legado, o su trascendencia social, siempre han sido una fuente de inspiración en el cine. Y la figura de Elvis lo tienen todo.
Aunque el personaje ya es atractivo de por sí, Baz Luhrmann (Moulin Rouge) consigue llevarlo a un nivel superior controlando todo ese ‘barroquismo visual’ que tanto le caracteriza, y al que se la película podría prestarse (no hay más que ver el póster), para darle más protagonismo a la figura de Elvis en toda su magnitud. Tanto musical como popular. Marca un ritmo más pausado y te deja disfrutar de su música mientras recrea los maravillosos 60 y te cuenta cómo termino convirtiéndose en un icono, ya no solo de rebeldía juvenil, como cualquier cantante de rock busca, sino de revolución social. Aunque la película, o la propia vida de Elvis, sigue un poco la estela de Bohemian Rhapsody y Rocketman, en el sentido de que, tanto los Managers, como el entorno de los artistas tiende a aprovecharse de ellos, también muestra la relación del artista con su público y no solo sus conflictos. Mostrando sus orígenes y su relación con la comunidad negra que marcaría su vida y su música.
Y en el centro, al contrario de Bohemian Rhapsody y Rocketman, pones a un actor que no se parece físicamente a Elvis pero, que lo hace tan bien, que consigue transmitirte el espíritu del cantante de tal manera que te dejas llevar. Te dejas llevar hasta el punto de que se te olvida la cara y solo le ves a él. Todos están genial pero Alton Mason, y su pequeño pero eléctrico papel de Little Richard, se merece una mención especial. Espectacular. Y lo mejor de todo es que sepas, o no, quién fue Elvis, te guste su música, o no, te emocionará, indignará y hará disfrutar igual. 8/10
Trailer:
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