Miel y hostias a cascoporro... Beekeeper:
De qué va?!
La brutal campaña de venganza de Adam Clay adquiere tintes nacionales tras revelarse que es un antiguo agente de una poderosa organización clandestina conocida como "Beekeeper".
Y... qué tal?!
Si os acordáis de El lobo de Wall Street, este Beekepeer vendría a ser el contrapunto. En la (genial) película de Scorsese se romantizaba la figura del ladrón sin escrúpulos que le quitaba el dinero a cualquiera que cayera en sus redes y sucumbiera a su labia. En este caso no es el personaje de Statham el que cae en las redes del lobo, sino “la única persona que se había preocupado por él”. Así que ya tenemos la venganza servida.
Me gusta mucho el concepto de Beekeeper. Esa persona que equilibra la balanza cuando las injusticias son tan grandes que la sociedad se descompensa y podría colapsar. Me resulta interesante, pero lo que podría haber sido un personaje sutil, además de invisible, que se encarga del reordenamiento social, deja paso a un rodillo vengador imparable. Como no podía ser de otra forma siendo Statham. Que hace, ni más ni menos, que lo suyo. Lo que ha venido a hacer. Más allá de eso, poco hay que resaltar. Ni siquiera la discreta dirección de David Ayer, responsable de la maravillosa Corazones de acero.
Teniendo en cuenta que Jason Statham es prácticamente un género en sí mismo, el de un “one man army” sin dobleces, de enorme carisma, que se lía a mamporros con todo el que se le ponga por delante, podríamos decir que Beekeeper es “una más de Statham”. Y no estaríamos mintiendo porque, sin sobresalir, es una más de Statham. En el buen sentido. Dejará satisfechos a sus fans o a cualquiera que disfrute viendo cómo les meten miedo y les hacen la vida imposible a una panda de hijos de puta que se creen intocables y se dedican a aprovecharse de los demás. Yo, personalmente, disfruto mucho viendo eso. Aunque probablemente no perdure en el tiempo. . 6,5/10
Me gusta mucho el concepto de Beekeeper. Esa persona que equilibra la balanza cuando las injusticias son tan grandes que la sociedad se descompensa y podría colapsar. Me resulta interesante, pero lo que podría haber sido un personaje sutil, además de invisible, que se encarga del reordenamiento social, deja paso a un rodillo vengador imparable. Como no podía ser de otra forma siendo Statham. Que hace, ni más ni menos, que lo suyo. Lo que ha venido a hacer. Más allá de eso, poco hay que resaltar. Ni siquiera la discreta dirección de David Ayer, responsable de la maravillosa Corazones de acero.
Teniendo en cuenta que Jason Statham es prácticamente un género en sí mismo, el de un “one man army” sin dobleces, de enorme carisma, que se lía a mamporros con todo el que se le ponga por delante, podríamos decir que Beekeeper es “una más de Statham”. Y no estaríamos mintiendo porque, sin sobresalir, es una más de Statham. En el buen sentido. Dejará satisfechos a sus fans o a cualquiera que disfrute viendo cómo les meten miedo y les hacen la vida imposible a una panda de hijos de puta que se creen intocables y se dedican a aprovecharse de los demás. Yo, personalmente, disfruto mucho viendo eso. Aunque probablemente no perdure en el tiempo. . 6,5/10
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