En medio de un huracán de categoría 5, mientras una joven va a salvar a su padre, se queda atrapada en una casa a punto de hundirse. Además de luchar por no ahogarse, tendrán que enfrentarse a los cocodrilos que frecuentan la zona.
Y... qué tal?!
Disfruto, y mucho, cuando una película de supervivencia con bicho/monstruo funciona. El año pasado me llevé un buen chasco con Megalodón y este una alegría con Infierno bajo el agua. A la cual pondría, no a la altura, pero sí muy cerca de El territorio de la bestia, mi película favorita de cocodrilos.
Sin florituras ni grandes alardes, Alexandre Aja (Reflejos) nos presenta una cinta funcional y sencilla en la que todo encaja perfectamente. La tensión, los sustos y el drama; poco, justo para que conseguir conectar con los personajes y que nos importen las cosas que les pasan. Todo tiene una dosificación perfecta. Ha sabido cogerle muy bien el pulso a la historia y darle un ritmo que va de menos a más. Sabe cuál es su hoja de ruta y no se desvía del camino. Se toma en serio, pero sin pasarse, y se recrea en determinados momentos en una fotografía que hace del caos y la destrucción algo remarcable. Y tiene en las actuaciones y los efectos especiales su piedra angular. Y siempre, eso sí, sin escatimar en sangre ni muertes para bajar la edad recomendada. Disfrutadla! 7/10
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