Todo a la vez en todas partes

 Aquí, ahí y allí... Todo a la vez en todas partes:

De qué va?!

Evelyn es una mujer normal, una inmigrante china en los Estados Unidos cuya vida va a cambiar de una forma increíble por una ruptura interdimensional. Esta alteración de la realidad le hará descubrir cuál es su misión en la vida: salvar el mundo. 

Y... qué tal?! 

Hay películas que, cuando te enteras de su futura existencia, generan cierto interés, al menos a mí, antes incluso de tener claro su argumento. Por lo que sea, ya te apetece verla. Pero, si esas películas no se ven en el momento adecuado, o en un tiempo determinado, ese mismo interés generado, se va diluyendo poco a poco, hasta que el título pasa a la lista de "La voy a ver, pero no sé cuándo”. Eso es lo que me pasó con Todo a la vez en todas partes. Hasta que la ingente cantidad de nominaciones a los Oscars cumplieron su cometido y volvieron a poner el foco sobre ella. Al fin y al cabo, no es eso lo que hacen los premios?! 

Ya vista, y aun habiéndome entretenido, tengo que admitir que la película no me provocó la euforia generalizada, aunque me parece muy premiable, no me parece una cinta para optar a tantos galardones. Lo cual no quita mérito ni desmerece el resultado final de la cinta de los Daniels. Una película original y loca, con buenas actuaciones y mejores secuencias de acción. Pero, y esto creo que es una cuestión personal, desde la primera pelea, no he podido quitarme de la cabeza la idea de que es una parodia de Matrix, en la que, en lugar de conseguir habilidades a través de un pincho en la nuca, lo hace a través de un apartito en la oreja. Y en lugar de programas hay realidades alternativas. Por otro lado juega de una manera muy órganica y natural la baza de la inclusión, con algunos personajes muy buenos. En definitiva, no me ha matado, pero la he disfrutado. Y la realidad de las piedras me ha encantado. 7/10

Trailer: